jueves, 12 de junio de 2014

El Club de París y la trampa de la deuda perpetua

El 28 de mayo, el gobierno argentino firmó un acuerdo con el Club de París para crear un plan de pago de la deuda que tiene con los países acreedores de ese organismo. Las obligaciones económicas que se negocian rondan los 10.000 millones de dólares y, un gran porcentaje, se originó durante la última dictadura cívico-militar. El análisis del convencio por el licenciado en administración y experto en deuda externa, Héctor Giuliano.


El Club de París reúne a 19 países (Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Holanda, Noruega, Rusia, España, Suiza, Suecia, Inglaterra y Estados Unidos) con los que Argentina contrajo diversas deudas desde el año 1956 en adelante. se constituyó como un grupo para renegociar los endeudamientos con estados que contrajeran cualquier otro país, y de conformidad con el FMI, formó un grupo de significativo poder para imponer sus soluciones. Ningún país puede renegociar sus deudas con otro en forma individual, porque el mecanismo impone que se negocie con todos simultáneamente.

El monto consolidado de la deuda argentina -al 30 de abril pasado- asciende a 9.700 millones de dólares y que esta será cancelada de manera total en un plazo de 5 años, con un pago inicial en concepto de capital de 650 millones de dólares en julio próximo. El segundo pago -de 500 millones de dólares- será en mayo de 2015 y, el siguientes, en mayo de 2016.

En comunicación con Rap, Hector Giuliano, licenciado en administración y experto en deuda externa y pública, analizó el acuerdo.

¿Qué características tiene el acuerdo?
Se aceptó la exigencia de los acreedores, aparentemente sin discutir nada. El tema tiene que pasar por el Congreso porque es un tratado internacional y porque tiene que ver con la deuda pública. Pero el Gobierno no muestra el acuerdo y si no lo somete al Congreso es cómplice del ocultamiento de todas las irregularidades del Club de París. Se están olvidando que las obligaciones con el Club de París, que se arrastran desde el proceso militar, están siendo investigadas por la justicia por el crecimiento irregular de la deuda durante los gobiernos democráticos sucesores del proceso.

Por otro lado, el gobierno se queda en lo que yo llamo “trampa de deuda perpetua”. Si vos concretás una deuda que no podés pagar estas condenado a que cuando cae la tenés que refinanciar con nueva deuda, entonces el ciclo no se termina jamás.

¿En qué consiste la deuda con el Club de París? 
Dicho por el propio gobierno, entre el 40% y 50% o más de la deuda corresponden a la época del proceso y se supone que se concertaron con empresas de países extranjeros: Alemania y Japón son los principales acreedores. Pero el Club de París es una secretaria de coordinación de acreedores del país que está constituida por 19 miembros, de los cuales 16 son acreedores en mayor o menos medida de la Argentina

Pero en general son suposiciones porque nunca hubo ninguna comprobación. Lo que se sabe es que la deuda era, mayormente, de empresas privadas y que en 1982 Domingo Cavallo como presidente del Banco Central la estatizó. A su vez, esa deuda era con empresas extranjeras privadas que estaban dentro de los países que conformaban el Club de París. Pero las empresas no cobraron y le pasaron sus derechos a los gobiernos respectivos. El Club de París sólo atiende deudas oficiales de Estado a Estado, por eso deudas que antes eran privadas, hoy entraron en el ámbito del de ese organismo porque fueron estatizadas.

¿Cómo se van a concretar los pagos?

Los pagos pueden ir desde 1500 millones hasta 2200 millones por año, pero no se conocen detalles. En declaraciones el ministro de economía, Axel Kicillof, dijo que se va a ir pagando en relación a las inversiones que hagan los países del Club de París en Argentina. En realidad el Club tiene intereses en prestar, lo hace a la empresas del país que invertirían en la Argentina.

A ellos les interesa destrabar el default argentino, no solamente para regularizar las cuentas, sino porque de esa manera se destraban los créditos que estos gobiernos dan a sus empresas para que inviertan en las argentinas.

¿Se relaciona el acuerdo con los juicios que se realizan en New York ?
Lo que quiere cualquier acreedor es volver a prestar, porque sobra dinero en el mundo y ese es su negocio. Ellos ganan con el interés, quieren renovar las deudas para seguir cobrando intereses, que es la lógica del prestamista y del usurero. La lógica del usurero no es que el país pague la deuda, es que no la pueda pagar nunca, de esa manera el prestamista vive cobrando intereses y es como un seguro de ganancias a perpetuidad.

Para mi el acuerdo del Club de París tiene relación con la audiencia en Nueva York para que el país puede refinanciar la deuda y que la Corte lo considere porque sino se puede entrar en default. Es una especie de teatralización, para después presentarse con los laureles de haber llegado a una negociación exitosa, aunque entre comillas porque las restructuraciones son todas exitosas pero después no se puede pagar ninguna y hay que volver a hacer una refinanciación de la deuda.

¿Por qué sostiene que el país no está en condiciones de pagar la deuda? La capacidad de pago Argentina no se puede medir solamente por la deuda del Club de París, que es un 0,5 por ciento de la deuda total. El problema es que al país le caen 400.000 millones de dólares de vencimiento de capital por año y la Argentina no paga un centavo porque no tiene reservas para pagar. Entonces refinancia íntegramente los vencimientos de capital en la medida que van cayendo.

Se intenta pagar de forma privilegiada a los acreedores privados con dinero que el gobierno toma del Anses, de las reservas del Banco Central, del AFIP y de cuanto organismo o ente público pueda. Pero el premio de todos esos pagos es volver al mercado de capitales a colocar más deuda, esa es la burla más grande que se pueda pedir.

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