Foto: midianinja.org |
Bruno Lima Rocha, periodista y politólogo brasilero ligado a los organizadores de las protestas, aseguró que la FIFA cosechó un gran desprecio en la población de su país. En los últimos meses, el mundial se sumó a las consignas de las protestas que se hicieron en el 2013 contra los aumentos de tarifas del transporte público: "se protesta contra las imposiciones de la FIFA y con la convicción de que en Brasil la organización está dominada por un grupo de corruptos ligados a los principales poderes económicos de Brasil”, indicó Lima Rocha.
Una de las imposiciones es la venta de bebidas alcohólicas, prohibida en los estadios brasileros hace cinco años, “pero como algunos de los auspiciantes son empresas cerveceras, la FIFA exigió que se admita”. El periodista agregó que el problema es cómo se desarrolló la coordinación entre la organización internacional de fútbol y Brasil: “se concretó la posición colonial, agresiva de la FIFA en relación a nuestras autoridades y la política interna”.
Durante 2013, las protestas más grandes se hicieron en la ciudad de Porto Alegre por el precio de los
boletos de transporte público, pero desde el 2010 hay organizaciones que se manifiestan contra lo que implicó el mundial de fútbol. Los Comités Populares Contra la Copa se crearon en el 2010 a raíz de los desalojos de barrios pobres que vivían alrededor de los estadios. Los comités reclaman que se reubique a las casi 200 mil familias que fueron desalojadas, por el cese de la violencia policial, la derogación de excepciones y beneficios para la FIFA, entre otras cosas. Para el mes en el que se juega el mundial hay una agenda de protestas planeadas en las grandes ciudades, sedes de los partidos.
Aficionados siguen el partido inaugural de la Copa, sin tener acceso a la zona reservada de la FIFA. Foto: midianinja.org |
Para reprimir la protesta social el Estado brasilero coordina fuerzas federales, provinciales y guardias municipales, sin embargo, la televisación a escala mundial de esa violencia genera presión en el aparato policial. “Los cuerpos policiales acá están muy brutalizados y no hacen diferencias de nada, hace unos días le pegaron a una periodista de la CNN”, aseguró Bruno Lima y agregó que actualmente hay seis mil militantes procesados por crímenes de formación de pandillas, cuando en realidad son socialmente reconocidos por organizar las protestas.
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