jueves, 5 de junio de 2014

La historia de "Las putas de San Julián" llega al teatro


El momento en que las mujeres de un prostíbulo de San Julián rechazan a los soldados del ejército fusilador Varela iba a ser el final de la película La Patagonia Rebelde, basada en la investigación de Osvaldo Bayer y rodada en 1974. En ese momento, las Fuerzas Armadas impidieron que esa fuera la escena final de la versión cinematográfica, pero, 40 años después, el escritor tiene su revancha en forma de obra de teatro: "Las putas de San Julián".






El 17 de octubre de 1922, el teniente Héctor Benigno Varela organiza una de las tantas visitas que los soldados podrían hacer a los prostíbulos de la zona luego de reprimir a los trabajadores de la Patagonia. Nunca se iba a imaginar que un grupo de mujeres los repudiaría en el centro mismo de su virilidad, cuando se negaron a acostarse con asesinos; siendo esta "la única derrota de los vencedores", como expresa el mismo Osvaldo Bayer. En el prostibulo La Catalana y, según la reconstrucción teatral, las mujeres esperaban cada noche a los peones rurales que gastaban sus miserables sueldos en el lugar. Así, conversan a lo largo de la obra tejiendo la cotidaneidad con su oficio de putas, y con los rumores de lo que sucedía en las calles. Bayer, que actúa de sí mismo en la obra, cuenta la historia de la huelga general de los trabajadores patagónicos, los sucesos que siguieron a la orden represiva de Irigoyen para conformar los intereses de los terratenientes y la victoria de las putas.

Este hecho se enmarca en la lucha protagonizada por los trabajadores anarcosindicalistas en rebelión de la provincia de Santa Cruz entre 1920 y 1921 conocida como "La Patagonia rebelde". Comenzó como una huelga contra la explotación de los obreros por parte de sus patrones, luego reprimida por el ejército al mando del teniente Varela, enviado por el entonces presidente Hipólito Yrigoyen. A su término, 1.500 obreros habían sido fusilados, convirtiéndose en una de la más injustas muestras de autoritarismo en democracia en la historia del país retratada por una exhaustiva investigación realizada por Bayer.

Desde el 2011, la historia de las putas de San Julián se representa en el Teatro Cervantes con la dirección de Ricardo Mosquera. Además de colaborar como guionista, Bayer, que ya había actuado como estanciero inglés en la versión cinematográfica de La Patagonia Rebelde, debutó como actor de teatro y participa en la obra como él mismo narrando su tarea de investigador en esta historia.“Me gusta la idea de no sólo ser autor, sino ser parte e intérprete”, contó, en diálogo con Radio Futura.

Una investigación, un libro, una película, una obra de teatro

En 1974 se estrenó la película La Patagonia Rebelde, con la dirección de Héctor Olivera. En ese momento, los films debían ser evaluados por un comité integrado por intelectuales y un miembro de las Fuerzas Armadas. Fue este quien una vez visto el film, se retiró diciendo que él no iba a aprobarlo porque “difamaba a las Fuerzas Armadas de la Nación”. “Los militares no son rechazados jamás por las mujeres, y menos por esas mujeres”, le aclararon a Bayer. "Dijeron que iban a intervernir las salas y llevarse las copias de los cines. Yo siempre tuve la esperanza y dije alguna vez se va a despertar eso. Y hoy, 40 años después, podemos llevarlo a escena", cuenta.

A sus 87 años, Bayer continúa desarrollando su oficio de periodista e investigador, apoyando proyectos en distintos lugares del país y cuenta que aún tiene muchos trabajos por delante. "Me gusta recorrer el país, conversar con la gente, he pasado una vida muy hermosa viajando e intercambiando experiencias,", dice Bayer.

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