miércoles, 15 de abril de 2015

Balas que nunca tienen nombre

Cristian Aquino de 37 años. militante social de Rosario, fue asesinado el jueves 2 de abril en el barrio La Lata, tras recibir dos tiros por la espalda. Es otro joven más asesinado por balas que, dudosamente, nunca se sabe de dónde provienen. Familiares, amigos y vecinos rechazan la versión oficial de que fue una simple pelea barrial y aseguran que hay argumentos para considerar que fue un homicidio premeditado.




Los compañeros de militancia de Cristian Aquino entienden el asesinato en el marco de una práctica cada vez más frecuente de represión y criminalización de la protesta en la provincia de Santa Fe. Aseguran que son numerosos los casos de militantes asesinados que quedan impunes, sin conocerse nunca el autor del crimen.

Una historia de militancia

En comunicación con RAP, Guillermo, compañero de Cristian de la Asamblea Vecinal del Barrio La Sexta, realizó una breve crónica de la historia de Cristian y ofreció argumentos para considerar que entre el asesinato y su militancia hubo una relación.

Cristian Aquino nació en el barrio La Lata de la ciudad de Rosario y fue un militante social con una importante participación en las luchas por la tierra y la vivienda y los derechos de los trabajadores en su ciudad. Además de participar en la Asamblea Vecinal del Barrio La Sexta, también lo hacía en la de Rouillón y Dr. Riva y en la del barrio Fuerte Apache.

Aquino fue, además, partícipe de la histórica lucha llevada adelante por los trabajadores del Lavadero Virasoro. Fue el primero de los despedidos y estuvo presente en el acampe que duró 6 meses que realizaron, pidiendo la reincorporación de los trabajadores y mejora de las condiciones laborales. En los barrios, Cristian tuvo la iniciativa de crear cooperativas laborales para los vecinos que habían quedado desocupados.

Razones para creer que no fue una bala perdida

La versión oficial de los hechos dice que el asesinato de Cristian fue un arreglo de cuentas o una pelea barrial, sin embargo, en La Lata, donde había nacido y donde lo asesinaron, “todos lo conocían y era muy respetado”, afirmó Guillermo. Los padres de Cristian fueron fundadores de un comedor y un centro comunitario, lo que dio lugar a un proceso de reurbanización de la villa, junto con ello, la titularización de las tierras y el mejoramiento de las condiciones de vida en términos habitacionales. 

Guillermo asegura que “no se puede decir ni que en el lugar donde ocurrió este terrible y deliberado hecho no lo conocían y por eso fue un accidente. Tampoco que fue una disputa entre bandas, porque hace años que no vivía ahí. Él había ido a visitar a sus hijos que todavía viven con su ex pareja”.


Preocupa el número de militantes asesinados durante los últimos años

Carlos del Frande, periodista y escritor santafecino, que investiga los vínculos entre la policía, la política y el narcotráfico habló sobre los asesinatos de militantes en la provincia de Santa Fe. “Las circunstancias en las que fue asesinado Cristian Aquino son puramente oscuras y, por eso, La Asamblea de Vecinos del Barrio La Sexta responsabiliza al gobierno municipal y provincial”, dijo Del Frade en comunicación con RAP. “Es ya, por lo menos, en los últimos cinco años, el décimo militante social que termina siendo asesinado por balas que nunca se sabe cuál es su origen”, agregó.

“El de Cristian no es un caso aislado", afirman en el comunicado de prensa difundido por organizaciones sociales de Rosario. "Jere, Mono y Patom (FPDS) asesinados en enero de 2012, Ariel Ferreyra, Carlos Ferreyra y Gastón Arregui (Mov. Evita) baleados en enero de 2013, Mercedes Delgado (Militante comunitaria) asesinada en enero de 2013, Jairo Trasante (FPDS) asesinado en febrero de 2014, Iris Velásquez (FOB) víctima de atentado y amenazas en marzo de 2014, Javier Barranquilla (CUBA-MTR) asesinado en enero de 2015, ahora el asesinato de Cristian Aquino (Asamblea Vecinal del Barrio La Sexta); se suman a la lista, seguramente parcial, de militantes sociales y políticos que son víctimas de la creciente violencia que se desarrolla impasible, al amparo del Estado, en la ciudad de Rosario", concluyen las organizaciones. 

Criminalización y represión de la protesta
Las organizaciones barriales de Rosario entienden que lo ocurrido con Cristian se da en un marco de aumento de la represión y criminalización de la protesta en la provincia de Santa Fe.

En ese marco, Guillermo consideró el conflicto que hubo en el barrio La Sexta a principios del año 2014, en el cual Aquino tuvo una participación activa. El reclamo tuvo con ver con la construcción de 24 viviendas que, la Secretaría de Acceso al Hábitat de la provincia de Santa Fe, le había prometido a este barrio. Finalmente las familias fueron reubicadas, pero en un barrio alejado. Guillermo asegura que ese hecho “fue atentando contra la organización que se había formado y conseguido una conquista histórica”.

Los vecinos que fueron trasladados al barrio Rouillón y Dr. Riva comenzaron una nueva lucha por la construcción de otras 250 viviendas. En una primera etapa Gustavo Leone, Secretario de Acceso al Hábitat de la provincia de Santa Fe, se comprometió a cumplir con el reclamo. Sin embargo, el 4 de abril, cuando llegaron a la puerta de la Secretaría, en donde debían tener una reunión, fueron recibidos con agentes de la policía. Los vecinos fueron obligados a levantar el corte y, fue allí cuando la infantería comenzó a reprimir, teniendo como resultado ocho personas detenidos.

Cristian Aquino fue uno de los que encabezó la movilización que tuvo como resultado, luego de 7 horas, que los 8 detenidos salieran en libertad. La jueza Raquel Cosgaya, luego de la represión, “dictó una orden de restricción de acercamiento a las oficinas provinciales de vivienda y urbanismo `por 60 días”, relató Guillermo. “Esto se da en el contexto de la creación de la Coordinadora de Organizaciones Territoriales que actualmente integramos con la asamblea de Fuerte Apache”, agregó. El 6 de junio, los vecinos fueron reprimidos nuevamente en una movilización a la Secretaría, la cual también tuvo como resultado la detención de varios militantes.

Guillermo resaltó que la fuerte presencia de la policía en la calles de Rosario tuvo con ver con el linchamiento al joven David Moreira el 22 de marzo de ese año. Dijo que “ese caso fue producto de una instalación mediática de la derecha y eso da pie a que se militarice la ciudad de Rosario como nunca había sido desde el 75 que fue el Villazo”.

Ante la participación de Cristian en el conflicto por el Lavadero Virasoro, Guillermo mencionó que
“ese hito en la ciudad de Rosario, lo inicia la compañera Cecilia Reitobich, ella empieza a militar con Crisitan Aquino, después sigue el Arpón (Cristian Sanches) y Rubén Benitez, de estos cuatro compañeros solamente está uno vivo. Los otros fueron todos muertos en situaciones más que dudosas, esto nos da más que motivos para tener derecho de dudar de los móviles políticos”, afirmó Guillermo.


Desde la Coordinadora de Organizaciones Territoriales convocan a todas las organizaciones sociales a emprender una lucha conjunta para enfrentar la criminalización y represión de la protesta. Las organizaciones de familiares y vecinos se manifestaron en las calles el jueves 9 de abril para exigir el esclarecimiento de los autores materiales e intelectuales del asesinato de Cristian Aquino.


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