martes, 29 de abril de 2014

La canonización de dos proyectos de iglesia contrapuestos

El Papa Francisco canonizó el domingo a Juan Pablo II y Juan XXXIII. Tony Fenoy, teólogo y ex sacerdote, sostuvo que los máximos líderes religiosos devenidos en santos, representan dos  proyectos distintos dentro de la Iglesia.



Fenoy es docente de la cátedra de Teología de la Liberación en la facultad de Trabajo Social de la UNLP. En comunicación con Rap, mostró su rechazo a la canonización sosteniendo que “se busca que haya milagros, cuando la verdad es que hay santos en la iglesia que han sido terribles como San Carlos Borromeo y el fundador del Opus Dei,  Josemaría Escrivá de Balaguer”. En este sentido recuperó el trabajo de Mujica, Romero y Angeleli,  que “son santos populares, realmente entregados” e indicó que la canonización es “un gran negocio para la iglesia que busca que el pueblo cristiano tenga ejemplos a seguir”.

En relación a las figuras de Juan Pablo II y Juan XXXIII afirmó que se trata de dos proyectos de Iglesia contrapuestos. “El de Juan XXXIII era un proyecto cercano a los pobres, una iglesia abierta, cercana a la humanidad; generó las comunidades de base, generó discusiones en la base de la Iglesia, el concilio vaticano II que convocó fue el que abrió la iglesia al debate, y que los más pobres se sintieran más autónomos y más libres en la iglesia”, explicó.

Aseguró así que Juan Pablo II “tiró atrás todo esto, volvió a cerrar todas las puertas y puso esa idea de esa iglesia sacerdotal, una de poder religioso, de espada espiritual, profundamente imperial”. También agregó  que “más allá de la imagen del Papa viajero, de los jóvenes, doctrinalmente y a nivel estructural volvió a cerrar la Iglesia

Fenoy indicó que la obsesión de Juan Pablo II fue el comunismo y en este sentido fue aliado de los ex presidentes Ronald Reagan y Margaret Tatcher. “Los documentos de 'Santa Fe' firmados por los tres, hablan de aliarse contra el comunismo y para destruir la teología de la liberación en América Latina” sostuvo. En cuanto a este último punto expresó que  el líder religioso no entendía el marxismo que se vivía en latinoamérica como uno diferente al de Europa del Este, y por eso atacó la revolución  nicaragüense y nunca nombró a ningún obispo relacionado con la teoría de la liberación.

Por otro lado apuntó que  Juan Pablo II “fue un protector de sacerdotes y obispos pedófilos”. En este sentido adujo la protección que dirigió a Marcial Maciel,  quien luego se comprobaría que era responsable de un gran número de abusos y de pedofilia, siendo apartado por Ratzinger. El sacerdote era jefe de Los Legionarios de Cristo, una orden conservadora mexicana

“Bergoglio tiene la visión de que lo religioso está por encima de lo político”

Fenoy opinó que el Papa argentino “va a influir en América Latina a través de los que están cerca de él” y que “lo mostró cuando estaba en Argentina, eso de unirse con la oposición o ahora teniendo una relación de amigos con la presidenta”. Lo caracterizó como un “populista conservador” y afirmó que el problema de la iglesia es estructural y  que es algo que no modificará a pesar de que  “va a tocar un montón de temas como el banco vaticano y las graves denuncias de pedofilia”. A su vez, dijo que “la estructura de la iglesia no tiene nada que ver con el proyecto de Jesús”.

El ex sacerdote apuntó también a la incursión de Bergoglio en temas de política internacional con gran repercusión. “Hoy llamó a la concordia en Venezuela y el Vaticano todavía ni siquiera está participando de los concilios de paz”. También agregó que “estuvo el vicepresidente de Ucrania y le regaló una pluma para que ojala pudieran firmar la paz; con eso mucho no hacemos”.

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